Reflexiones desde AWID: Celebrando a líderes feministas de América Latina y su lucha por la justicia climática
Por Daniela Pérez, Directora de Programas de Norteamérica/Pacífico, Women’s Earth Alliance
A principios de este mes, tuve el privilegio de participar en el hub latinoamericano del 15° Foro de la Asociación para los Derechos de la Mujer en el Desarrollo (AWID), organizado en colaboración con Fondo Semillas y la Red Internacional de Fondos de Mujeres Prospera. Realizado en el corazón de la Ciudad de México, este evento reunió a destacadas líderes feministas de toda la región: mujeres que están tejiendo nuevos futuros frente a las crisis climáticas y las desigualdades sistémicas.
Fue un gran honor representar a WEA en el foro, junto con Laura Vigil-Escalera Mier, Coordinadora del Programa de México de WEA, y representantes de algunas de las organizaciones líderes del Programa de WEA en México. Al reflexionar sobre este encuentro, queda claro que el foro fue mucho más que un evento. Fue un espacio de conexión, creatividad y valentía, un ejemplo tangible de cómo los movimientos feministas están transformando nuestro futuro colectivo.
La sesión de apertura, Experiencias de Resiliencia Climática y Decolonialidad en América Latina, que tuve el honor de moderar, marcó el rumbo del foro. Fue una conversación profunda enriquecida por relatos personales. Las participantes compartieron historias sobre la defensa de sus territorios, el trabajo conjunto entre generaciones y la integración del conocimiento tradicional en sus estrategias de acción climática. Estas narrativas ponen de manifiesto las experiencias comunes que enfrentan los y las defensoras ambientales en todo el mundo, sin importar su ubicación, y subrayan un mensaje clave que emerge de estas vivencias colectivas: la justicia climática está estrechamente vinculada a la justicia de género, y las soluciones que necesitamos deben provenir de quienes son más afectadas por las crisis que enfrentamos.
¿Por qué importó este momento?
¿Por qué nos reunimos? Porque para construir un futuro justo y sostenible, es fundamental unirnos: escuchar, compartir y colaborar. Este foro no solo fue un espacio para presentar soluciones, sino para reconocer la importancia de la sanación, la creatividad y la acción colectiva como herramientas clave para desmantelar sistemas opresivos y construir futuros libres.
Durante los talleres, creamos mandalas, realizamos expresiones teatrales y procesamos juntas el dolor y la esperanza que compartimos. Estas prácticas no fueron simples ejercicios, sino actos de resistencia. Nos recordaron que sanar las heridas causadas por las estructuras opresivas requiere un enfoque integral: individual, comunitario y global. Para mí, estos momentos reforzaron la idea de que la creatividad no es un lujo, sino una herramienta esencial en los movimientos por la justicia.
Construyendo de manera colectiva
A lo largo del foro, me llamó la atención la recurrencia de temas como la sabiduría intergeneracional, la resistencia cultural y la acción centrada en la comunidad. Estos no son solo conceptos, sino prácticas vividas por las líderes feministas que participaron, incluidas las del Programa de WEA en México.
Las líderes de organizaciones de Mujeres de la Tierra, Mujeres de la Periferia, Unión de Pueblos de Morelos y Poj Kaa participaron en conversaciones sobre cómo los proyectos agroecológicos y los modelos de gobernanza liderados por mujeres vinculan las acciones locales con los objetivos globales. Hablaron sobre cómo las tradiciones culturales, como la narración de historias, los rituales y el arte, pueden desafiar las narrativas dominantes y fortalecer la resiliencia de las comunidades.
Durante el foro, destacaron la urgente necesidad de un financiamiento equitativo que valore la experiencia local y garantice la sostenibilidad de los esfuerzos comunitarios. Es un llamado que debemos amplificar, ya que estas soluciones no solo son cruciales para América Latina, sino para el mundo entero.
Por qué esto importa para todas, todos y todes
Las historias y estrategias compartidas durante el foro son recordatorios de por qué este trabajo es importante. El liderazgo feminista va más allá de abordar los síntomas; se trata de transformar los sistemas. Cuando integramos la sanación y la creatividad en nuestros movimientos, no solo estamos resistiendo el daño, sino construyendo activamente el mundo que queremos ver.
Al regresar a nuestro trabajo en WEA, Laura y yo llevaremos con nosotras la sabiduría y determinación de las personas con las que compartimos tiempo y espacio en la Ciudad de México. Su valentía impulsa nuestro compromiso de seguir apoyando los esfuerzos que centran la equidad, la resiliencia y la justicia.
Este foro me recordó que, aunque los desafíos que enfrentamos son vastos, también lo es nuestro poder colectivo. Juntas estamos creando un mundo basado en el cuidado, la creatividad y la liberación, algo de lo que todas podemos ser parte.